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Desarrollan un método para detectar y reparar daños cerebrales usando débiles corrientes eléctricas

Desarrollan un método para detectar y reparar daños cerebrales usando débiles corrientes eléctricas

Consiste en un método capaz de detectar y reparar automáticamente biomarcadores del daño cerebral hipóxico-isquémico en neonatos. Desarrollado por el doctor Hamid Abbasi del Instituto de Bioingeniería de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), quien por esta razón, ha sido recientemente galardonado por la Royal Society del país oceánico.

22 de noviembre de 2022

El daño cerebral permanente es una de las complicaciones graves más frecuentes en los partos. Puede darse por muchos problemas durante el nacimiento del niño, pero a grandes rasgos consiste en lesiones cerebrales provocadas por la falta de flujo de sangre u oxígeno al cerebro. En los primeros momentos, puede ser difícil de identificar debido a la falta de biomarcadores robustos.

Sin embargo, a medida que el niño se desarrolla puede dar lugar a un buen número de trastornos neurológicos como parálisis cerebral, epilepsia o problemas en la salud cognitiva que se extienden durante toda la vida.

Las primeras seis horas son fundamentales

A través del método ideado por Abbasi, descrito en 2020 en el medio especializado Neural Regeneration Research, parece ser posible detectar firmas biológicas prometedoras para el diagnóstico en la forma de sutiles señales eléctricas. Estas aparecen en las primeras seis horas tras la lesión, en el momento óptimo para aplicar tratamientos.

Para lograr esto, fue necesario el desarrollo de un sistema avanzado de Inteligencia Artificial (IA) capaz de identificar y cuantificar estas sutiles firmas en las ondas cerebrales obtenidas mediante electroencefalografía. Dicho sistema, además, es capaz de hacer esto en tiempo real y con una precisión superior al 99%.

Este método podrá revolucionar la atención a los niños en riesgo de haber sufrido daño hipóxico-isquémico, quizás minimizando el alcance y la gravedad de las secuelas

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Con estos datos, los médicos pueden actuar para reducir la cantidad de daño o evitar que se amplíe empleando métodos como la hipotermia (enfriar el cerebro un par de grados, lo que evita daños ulteriores) que sólo funcionan en las primeras horas desde que se ha producido la lesión.

Así, estos algoritmos pueden revolucionar la atención a los niños en riesgo de haber sufrido daño hipóxico-isquémico, quizás minimizando el alcance y la gravedad de las secuelas.

 

Fuente | 20minutos

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