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Joven belga crea un oasis de alimentos agroecológicos en sólo 15m²

Joven belga crea un oasis de alimentos agroecológicos en sólo 15m²

Inspirado en los métodos de permacultura, este joven belga de 18 años ha creado un oasis de alimentos agroecológicos con el que obtiene una productividad increíble en escasos 15m²

11 de junio de 2022

Arthur Motté es un joven belga que descubrió la jardinería cuando tenía 7 años gracias a Alphonse, un anciano de su pueblo, quien también fue su profesor de música. Así fue que comenzó con esta inquietud. Su vecino y profesor de piano, que tenía 78 años, le enseñó los conceptos básicos de la huerta, la rotación de cultivos, la siembra, el mantenimiento de las hortalizas y la recolección con el que ha creado un hermoso oasis de alimentos agroecológicos.

En el año 2016, luego de que Alphonse falleciera, Arthur decidió crear su propia huerta, pero solo disponía nada más que de 15m².

La Huerta de Arthur

Así fue como le llamó a su pequeño paraíso rebosante de vegetales, Le Potager d’Arthur, un refugio de biodiversidad y belleza. Inspirado en los métodos de permacultura, la fuente de inspiración que hay que saber adaptar a cada jardín, ha logrado cultivar tomates, berenjenas, pimientos, alubias, calabacines, aromáticas, etc. Una variedad de plantas que ofrecen cosechas desde el verano hasta principios del otoño.

“Debido a un seto de cedro, una parte del jardín tiene mucha menos agua que el resto. Así que planté flores silvestres para los polinizadores”, explica Arthur. Así es como aprendiendo a fuerza de prueba y error, consiguió cultivar todo tipo de hortalizas. Además, fabricó un hotel para insectos y ahuyentó a las babosas de su huerto con cáscaras de huevo trituradas.

“Si cada uno de nosotros cultivara sus propios vegetales, todos podríamos trabajar por un mundo mejor y hacer nuestra contribución en la lucha contra el cambio climático”, declara Arthur Motté.

Arthur decidió construir una estructura de bambú para frijoles y calabazas

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Optimización y logística

Como tiene un espacio muy reducido, Arthur se vio obligado a imaginar técnicas de ahorro de espacio para cultivar sus verduras. En primer lugar, Arthur decidió construir una estructura de bambú para frijoles y calabazas. Estos dos escaladores pueden crecer sobre su apoyo en lugar de extenderse por el suelo. Además, usó su cerca de madera para colgar macetas.

“Instalé macetas con lechugas que luego quedan lejos de las babosas”, explica Arthur. Las raíces se mantienen calientes en la maceta de terracota expuesta al sol, lo que acelera el crecimiento. “Planto apretado para evitar que la luz llegue al suelo”, admite el jardinero. Por lo tanto, el crecimiento de las malas hierbas se ralentiza y el deshierbe es mucho más raro.

Arthur también ha creado un hotel para polinizadores e insectos varios

El ingenioso jardinero se dedica a sembrar plantas que colaboren entre sí mutuamente. Combina maíz, frijol y calabaza, un matrimonio también llamado “las tres hermanas”. De hecho, el maíz sirve de soporte para el frijol que enriquece el suelo con nitrógeno, mientras que la calabaza mantiene fresco el sustrato con sus grandes hojas. “Pongo el ajo y la cebolla cerca de la zanahoria porque repelen a sus respectivas moscas”, explica Arthur. También usa el tomate para dar sombra a la albahaca, mientras que este último repele algunas de las plagas de su compañero con su fuerte olor.

Llenar ciudades de huertos

Este joven belga, pianista aficionado y amante de los insectos, explica que tiene un sueño: llenar ciudades y campos de pequeños huertos. Y para hacer realidad su sueño, incluso escribió un libro llamado Mon petit potager bio sur 15m², para que todo el mundo pueda reproducir su extraordinaria experiencia.

Arthur considera que su pequeña huerta puede alimentar a una persona durante toda una temporada. Así, su pequeño huerto de 15m² se esfuerza por ofrecer hortalizas en verano y permanece en reposo en invierno.

En parte, este es su ambicioso sueño, el querer hacer algo por el planeta y crear un mini huerto que le diera sus propias verduras. Así fue como tres años después, su huerto de 15 m² está lleno de docenas de variedades de verduras, y todo es orgánico, por supuesto.

 

Fuente | EcoInventos

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