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Nestor González: «la felicidad se gesta a través de pequeños momentos que cuando se unen, hacen que la vida se expanda»

Nestor González: «la felicidad se gesta a través de pequeños momentos que cuando se unen, hacen que la vida se expanda»

Entrevista a Néstor González, nieto del Fundador de la Logosofía. ¿Cómo se gesta la felicidad y por qué recomienda el estudio de esta ciencia?

6 de agosto de 2023

Nestor Carlos Sergio González, 63 años, nieto del fundador de la Logosofía, argentino de origen, padre de 3 hijos, estudiante y docente de Logosofía. Abogado de profesión y emprendedor.

Sus conocimientos sobre Logosofía son amplios, profundos y reveladores. Quédate hasta el final de esta conersación donde nos adentramos en el mundo logosófico de la mano del nieto de su Fundador.

¿Qué es para ti la Logosofía?

Por lo que voy comprendiendo a través de su estudio, es la ciencia que nos viene a despertarnos de la inhibición espiritual en la que estamos viviendo. Estableciendo un método preciso para ir permitiendo que la naturaleza espiritual comience a manifestarse de manera natural y consciente.

Y además, otorgándonos conceptos nuevos o bien, de sentido más profundo que debemos probar en nuestras vidas, que nos van llevando a generar hábitos conscientes nuevos.  También formas didácticas de ir conociendo nuestro mundo interno (donde yacen la gran mayoría de las causas de lo que vivimos y de lo que configura nuestro ser); técnicas o ejercicios para el mejor aprovechamiento de nuestro tiempo y de las oportunidades que se presentan cotidianamente y formas nuevas de encarar los problemas o dificultades que surgen  y fundamentalmente,  un nueva manera de sentir y concebir la vida y la existencia.

– ¿Cómo la conociste?

Siempre viví bajo el amparo de sus conocimientos, ya que nací en una familia de estudiantes de Logosofía. Soy el nieto del autor de esta ciencia. La grandeza de mi abuelo, mi Maestro actualmente, la fui percibiendo desde niño.

Muy pequeño perdí físicamente a mi padre y a mi abuelo. Y esto marcó mi vida. Pero a pesar de ello viví una infancia y una adolescencia muy feliz, ya que recibí el amparo de muchísimos estudiantes de Logosofía que siempre me brindaron un gran cariño y afecto y me permitieron transitar esos períodos de vida en un ambiente de suma calidez y respeto.

“Todo debe ser renovado, hasta lograr el perfeccionamiento más satisfactorio” ¿Qué significa renovar todo?

Significa eso, cambiar todo. Y algo sumamente importante es darnos cuenta cuales son los conceptos que sustentan nuestra vida. Y al hacerlo ver que muchos de ellos no tienen consistencia, o son muy vagos. Y la Logosofía propone una revisión de todos esos conceptos.

Y al mismo tiempo nos propone nuevos o renovados conceptos que al ir penetrando en ellos descubrimos la posibilidad cierta de generar a voluntad una nueva vida, más consciente, más feliz, más altruista.

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¿En qué consiste este estudio?

A través de estos conocimientos uno empieza a descubrir que somos seres bio-psico espirituales. La Logosofía nos propone un proceso de evolución consciente.

Cada uno, como primera medida encuentre que quiere realmente para su vida, que le encuentre un sentido a la misma, que normalmente estará dirigido hacia la sabiduría, la felicidad y la paz.

Y veremos que lo que queremos en realidad abarca un poco a las tres en su conjunto. Pero que en cada ser humano reviste relieves particulares a su propia individualidad, que lo hace único y diferente a los demás seres.

Y basados en ese norte que fijamos y viendo como estamos realmente conformados ir trazando un plan de conquista de nuevos horizontes para la vida, que se concretará en un proceso de cambios positivos a realizar en uno mismo para lograr el objetivo o ideal fijado. Tratando en la medida de nuestra capacidad (que podemos ir aumentando) ser conscientes de ese recorrido que vamos realizando en nuestro diario existir.

No es una tarea sencilla, pero cuando uno descubre los beneficios que la misma reporta se aprende a realizarla con gusto y alegría. Generando estímulos poderosos para la propia vida. Que nos llevan siempre a ir por más, con serenidad y mucha paciencia.

Y todo ello, a la vez, nos va llevando a que interactuemos cada vez más y mejor dentro del mundo mental, del mundo metafísico y en ese constante actuar e ir aprendiendo uno va encontrando lazos importantes con el pensamiento que rige toda la Creación y empieza a tratar de convertirse realmente en un colaborador de la misma.

¿Cómo te ha cambiado la vida este estudio?

Hay muchísimos aspectos de mi vida que se han ido ampliando, generando un estado de alegría y entusiasmo constante. Que me permite afrontar las dificultades, los problemas con serenidad y valentía y las adversidades con gran entereza y paciencia.

Vivo en un ambiente de gran afecto y respeto, intentando ser un colaborador de ese ambiente buscando pensamientos y sentimientos que tengan su norte en la verdad, la armonía y la concordia.

He ido aprendiendo a ubicarme en los distintos ambientes que frecuento con pensamientos potentes, estimulantes que dinamicen las actividades que se realizan, propendiendo a colaborar con mis semejantes y a aprender de ellos que me brindan. Me voy convirtiendo en un ser que valora y practica la gratitud, como sentimiento, virtud y valor que enaltece la vida de todo ser humano.

El que es grato, sabe valorar el bien recibido y busca expandirlo a los demás. He ido cambiando el temor por el valor y el amor, sigo aún tratando de precisar este accionar en mi vida. El valor lo he ido conquistando a parte de la seguridad de lo que tengo y de mis convicciones de bien que he aquilatado en mi mundo interno, y esto me ha dado más confianza en el decir y en el obrar. He logrado poblar mi mundo interno propio con pensamientos de mayor relevancia, que buscan ser generosos, bondadosos buscando siempre penetrar en lo que se me ofrece o surge en mi vida.

Penetrar en lo que nos ocurre, en lo que se presenta en la vida, es también signo de conciencia. Ya sé que quiero para mi vida, y me he trazado un plan para su obtención, pero sé que debo ser muy paciente y muy constante en mi accionar. Por suerte, al participar de las actividades de la Fundación Logosófica tengo a un sinnúmero de compañeros de viaje en este accionar de ir creciendo internamente.

¿Hace cuánto tiempo que estudias? ¿Por qué sigues estudiando?

Si bien tuve la dicha de formar parte de los Sectores infantiles y Adolescentes de la Fundación Logosófica, di mi paso formal de querer seguir este camino que ofrece la Logosofía a los 17 años de edad y día a día refuerzo mi convicción por la decisión tomada y tomo conciencia que estoy dando pasos cada día más seguros y firmes en un camino que se abre como una gran realidad a ser conquistada.

Sigo estudiando porque siento un enorme gusto por los distintos hábitos conscientes que la Logosofía me ha posibilitado adquirir y que han dado una dinámica a mi vida con la cual me siento muy satisfecho. Disfruto de muchísimos momentos que vivo, percibo en cada jornada la grandeza de esta Creación y la belleza, armonía e inteligencia superior que de la misma dimana.

Trato de mantener la alegría en mi interior basadas en todo el bien que recibo de todo lo que me rodea: familia, amigos, hermanos en esta senda de la evolución consciente, semejantes que me rodean, naturaleza con sus innúmeros procesos tan sabios y llenos de verdad y amor.

“…es necesario que el ente físico se acostumbre a sentir el influjo de su naturaleza espiritual” ¿Has comprobado alguna vez en tu vida la existencia de esa naturaleza espiritual?

Si he logrado percibir ese influjo especial de la naturaleza espiritual. Ocurre que todos nosotros pensamos que lo espiritual está lejano a cada uno de nosotros pero no es así, esa naturaleza nos conforma a nosotros mismos, en realidad somos esa naturaleza espiritual y no nos damos cuenta de ella.

Al despertar sentimos que hay una naturaleza espiritual que muchas veces nos impulsa a ir en busca de lo que ese día nos depare o que hayamos planificado para él. Es cierto también que siempre la otra naturaleza, la instintiva, que está en pugna con la primera nos impulsa a la inercia, salvo que haya una necesidad imperiosa que rige los procesos de esa naturaleza instintiva.

Esa naturaleza espiritual, muchas veces cuando uno no es consciente de su existencia se manifiesta en nuestros estados anímicos, en nuestros sueños y en circunstancias muy especiales de la vida (nacimiento de un hijo, la partida de un ser querido, el sufrimiento de algún semejante).

Pero ella surge clara cuando uno le empieza a dar cabida en su vida, y esto implica a cuando uno empieza a ser más consciente de lo que vive, de lo que dice, de lo que piensa y de lo que siente. Ya que en cada momento de nuestra vida podemos lograr que esa naturaleza (que tiende hacia la verdad, el bien y el amor) tenga una manifestación que veamos o que podemos lograr que surja en nosotros de manera consciente.

Hay muchas escenas de la vida cotidiana que muchas veces vivimos pero no nos damos cuenta que es esta naturaleza la que la propicia. Algunas de ellas que he podido percibir y hasta he logrado propiciar: las expresiones de afecto hacia un ser querido, las miradas que todo lo dicen entre dos seres entre los cuales existe un vínculo, cuando comprendemos la importancia de un conocimiento para nuestras vidas, cuando hacemos diversas actividades movidos no sólo por un interés personal sino en un beneficio para seres queridos o para los semejantes, cuando recibimos algo que resulta un bien para nosotros, cuando tenemos la posibilidad de ayudar a alguien de manera desinteresada, cuando contemplamos la naturaleza y descubrimos nuevas sensaciones o percibimos algo que amplía nuestro entendimiento (ej: me encanta mirar mi jardín después de una lluvia, uno pueda apreciar que los verdes se hacen más distinguibles y relucen de una forma especial), cuando mantenemos una conversación con un amigo y vamos sintiendo que esa amistad se agranda, se afianza, cuando logramos intercambiar con nosotros mismos de manera sincera y afectuosa sobre lo que estamos viviendo o sintiendo, cuando después de un esfuerzo constante logramos un éxito que genera un arrobamiento interno muy especial, cuando nos detenemos a recordar los instantes importantes que hemos vivido, cuando sentimos alegría por el triunfo de un semejante, cuando logramos frenar la influencia de un pensamiento negativo que reinaba en nuestro mundo interno (ej: el temor me atormentó durante muchos pasajes de mi vida, y él hacía que mi mundo fuera muy pequeño, cuando logré enfrentarlo y detener su accionar sentí una alegría inefable, y cuando logré ser valiente esa alegría se potenció), cuando me permito manifestar con esplendor mis sentimientos hacia mis seres queridos o hacia un semejante del que recibí un bien, cuando descubro la causa de algunos de los males que me vienen sucediendo, cuando percibo actos de elevada ética en mis semejantes, cuando cumplo con lo que me he fijado realizar en un día, cuando muevo por estímulos a mi voluntad para el logro de lo que quiero, y así, podría seguir mencionando otros más.

En todos ellos la naturaleza espiritual en diversas maneras se manifiesta (en el inicio, en el proceso o en la forma de apreciar el resultado).

¿Cómo se puede hablar de ciencia y del espíritu a la vez?

Es una ciencia muy particular, y que puede servir de auxiliar para todas las demás. Para cada estudiante, constituye indefectiblemente una ciencia. Ya que el autor como primera medida señala que ninguno crea en su palabra, sino que busque comprobarla.

Y para comprobarla pone en manos de cada estudiante un método psicodinámico que lleva a que cada uno empiece a comprobar algunos conocimientos que brinda la Logosofía en su propio mundo interno y comience a verificar la realidad de los mismos al empezar a generar hábitos conscientes que permiten ir comenzando a gobernar la propia vida. Ciencia y espíritu es una dicotomía falsa.

A descubrir lo espiritual dentro de uno se puede llegar de manera científica. Y lo inmaterial no es algo ajeno a la ciencia. Es una realidad tan tangible como lo físico, pero a través de las manos de nuestro entendimiento.

¿Qué ofrece la Fundación Logosófica? ¿A quién recomendarías este estudio?

La Fundación Logosófica ofrece un campo experimental propicio para el desarrollo del conocimiento de uno mismo y del proceso de evolución consciente individual. En ella se desarrolla el proceso colectivo que tanta significación tiene para el conjunto y para cada individuo en particular.

Allí uno prueba muchos de los conocimientos que va aprendiendo dentro de un ambiente propicio a ello, para poder llevarlo luego a todos los demás ámbitos de su vida (ej: Fue en este ámbito donde comenzó mi lucha contra el temor, y como en ese ámbito existe un gran afecto y respeto por cada uno de los que formamos parte de la Institución, me fue más factible comenzar a detener su accionar, a mantener una lucha más constante y planificada y a comenzar a erradicarlo de mi vida y lograr que el valor se hiciera presente en mi vida.

Y en la medida en que logré mayor confianza en mí mismo, fui haciendo lo propio en el mundo de todos los días). Es en definitiva una escuela de adelanto mental, en el sentido que enseña y educa hacia la vida espiritual, sin descuidar la vida material.

¿Eres más feliz desde que la Logosofía forma parte de tu vida?

Sin lugar a dudas. He aprendido que la felicidad se gesta a través de pequeños momentos de felicidad que cuando uno aprende a unirlos hacen que la vida se expanda por el efecto benéfico que los mismos reportan para ella.

¿Te ayuda la Logosofía a mantenerte positivo y optimista ante la vida y el futuro? ¿Cómo?

Pienso que en mis anteriores respuestas he brindado el porqué me permite ser más positivo y optimista frente a la vida y al futuro. Es que con Logosofía cada uno aprende que su futuro lo forja uno mismo.

Y que nadie lo puede hacer por uno mismo. Y esto requiere aprender a educar la mente en lo espiritual y hacer que la voluntad acreciente su accionar por los estímulos constantes que sabemos crearle.

 

 

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