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Tanka ladró durante seis horas seguidas hasta que rescataron a su dueño de un pozo en Málaga

Tanka ladró durante seis horas seguidas hasta que rescataron a su dueño de un pozo en Málaga

Joaquín Gallardo estuvo cerca de seis horas atrapado en un pozo de 10 metros de profundidad junto al cementerio de Rincón de la Victoria en Málaga, hasta que finalmente alguien escuchó a su ‘Tanka’ y sus gritos de auxilio, que permitieron el rescate.

27 de agosto de 2022

Tanka es la perrita que Joaquín encontró abandonada cuando esta tenía tan solo 15 días de vida. La policía aseguró que tras el rescate, la perra estaba destrozada de tanto ladrar. Y es que Tanka no se movió del pozo en ningún momento y no dejó de ladrar.

Un rescate por otro rescate

Hace un año Joaquín Gallardo salió con sus amigos por Cártama, en Málaga. Cuando estaban pasando cerca de un descampado escuchó algo raro. “Sonaba como un pajarillo”, recuerda el joven. No era un pájaro, era Tanka, una perra de apenas 15 días que había sido abandonada. Lo que en ese momento Joaquín no sabía, es que Tanka le iba a salvar la vida un año después.

Pero aquella tarde, “Tanka estaba llena de bichos, con la barriga hinchadísima de lombrices…”, cuenta Joaquín, que inmediatamente la recogió para llevarla al veterinario. La acogió temporalmente y cuando sanó, estuvo a punto de entregársela a una amiga, pero decidió que ya era demasiado tarde para separarse de Tanka. Ahora, un año más tarde, Tanka le ha devuelto el favor.

El pasado miércoles, dando un paseo cerca del cementerio en el Rincón de la Victoria, Joaquín cuenta que iba hablando con su madre por teléfono, hasta que un gato llamó la atención de Tanka y salió tras él. “Yo salí tras ella también”, dice Joaquín a NIUS.

Joaquín tiene magulladuras en los brazos y algunas heridas en la pierna y en la rodilla izquierda

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Un pozo de más de 10 metros

Sin embargo, Joaquín cayó sin darse cuenta en un pozo que afortunadamente estaba lleno de agua, ya que tenía una profundidad de más de 10 metros. Aún así había más de tres metros entre Joaquín y el borde, entonces era incapaz de salir.

“No hacía pie y el agua estaba helada”, recuerda, “aun así mantuve la calma”. Pero eso fue solo al principio. El móvil se había hundido y no había manera de escalar hacia la superficie. “Yo gritaba… ¡Estoy en un pozo!¡Ayuda!”, pero nadie le escuchaba.

Joaquín había sobrevivido a la caída aferrándose a una tubería, pero permaneció atrapado bajo tierra hasta que dos jóvenes escucharon los ladridos y gritos de ayuda. Fue cuando contactaron con el servicio de emergencias 112 sobre las 22.30 horas.

Seis horas atrapado

La policía inició un registro por la zona y, aunque estaba oscuro, Tanka, que no se había movido de la zona cercana al pozo y seguía ladrando, ayudó a los servicios de emergencia a localizarlo a las 00.30 horas. Joaquín fue trasladado en ambulancia al Hospital Universitario Regional de Málaga para pasar la noche en observación, pero fue dado de alta a la mañana siguiente y pudo volver a casa.

“Hubo un momento en que estuve a punto de darme por vencido, pensé… hasta aquí hemos llegado; pero me acordé de mi padre, que en paz descanse: me dio fuerzas para luchar”, dijo Joaquín, consciente de que, a pesar del susto que vivió, tiene la suerte de poder contar la historia.

Joaquín, afortunadamente solo tiene magulladuras en los brazos y algunas heridas en la pierna y en la rodilla izquierda. Seis horas fueron las que pasó Tanka ladrando junto a él, hasta que lograron rescatarlo.

 

Fuente | NIUS

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