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Una comunidad masái recupera el territorio del que fue expulsada

Una comunidad masái recupera el territorio del que fue expulsada

Expulsada de su tierra en 1970, una comunidad masái ha logrado recuperar el territorio que le fue arrebatado. Ahora, trabajan para que otros pueblos puedan replicar su éxito y volver a sus hogares.

13 de enero de 2023

Poco a poco, líderes indígenas de todo el mundo consiguen pequeñas victorias que cambian el juego que parecían condenados a perder. Una comunidad masái suma su logro a esta cadena de victorias, al recuperar el territorio del que fue expulsada.

Una comunidad masái recupera su hogar

Durante siglos, los miembros de una tribu masái, pueblo seminómada que vive del pastoreo de cabras y ganado, han coexistido pacíficamente en la tierra junto con la rica vida silvestre, incluidos ñus, leones y elefantes, que sustenta. Se trata de las llanuras de Simanjiro, una vasta pradera de 200 mil acres en el norte de Tanzania, donde creyó Edward Loure.

“Algunas personas lo llaman el arbusto o la sabana, otros lo llaman áreas de conservación de animales o bosques o áreas silvestres”, afirma Loure. “Para mí y mi familia, esta tierra es el hogar. Ser masái se compone de tres atributos clave: ganado, recursos naturales y cultura y tradiciones masái”.

Sin embargo, en 1970 el gobierno de Tanzania desalojó a la familia de Loure, lo que despertó en él un deseo de proteger la tierra y el modo de vida tradicional de los masái. “A medida que crecí, me di cuenta de que nuestras tierras de pastoreo se estaban reduciendo drásticamente debido a la agricultura ilegal, el turismo y el desarrollo”, dice. Así, Loure puso en marcha un plan para recuperar las tierras de su pueblo con la ayuda de los ancianos de la tribu. Dirigió el Equipo de Recursos Comunitarios de Ujamaa (UCRT), una organización que otorga títulos de propiedad de la tierra a las comunidades indígenas, de forma que pueden administrar los recursos de los que dependen sus vidas.

Un triunfo para los masái

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De esta forma, el gobierno de Tanzania garantizó por ley al pueblo masái los derechos sobre las llanuras de Simanjiro, asegurando su administración de más de 200 mil acres para las generaciones futuras.

“Con el equipo legal de la UCRT descubrimos que existía la posibilidad de asegurar nuestras tierras de pastoreo”, explica Loure. “En primer lugar, necesitábamos tener un plan de uso de la tierra establecido. Y luego identificamos áreas específicas para la caza, la recolección y el pastoreo. Con toda la documentación, logramos la propiedad de nuestra tierra”.

Ahora, Loure tiene como objetivo replicar esta victoria en todo Tanzania, con 700 mil acres de tierras de pastoreo. “Este trabajo es desafiante, pero me encanta lo que hacemos”, sostiene. “Cuando tenemos un ambiente saludable, tenemos una sociedad saludable”.

 

Fuente | Positive News

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